Si,  así como escuchan suena raro no?

El  iGEM (Internacional Genetically Engineered Machine) es el primer concurso internacional de biología sintética, que se celebra cada año en el MIT desde el 2004 (Massachusetts Institute of Technology), una de las mejores universidades tecnológicas del mundo. Muchos la habrán sentido nombrar en varias ocasiones no?

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En este concurso, grupos de estudiantes se encierran durante el verano para construir máquinas biológicas combinando distintos componentes o «piezas», los llamados Biobricks, cogidos de la gran biblioteca que se pone a disposición de todos los grupos o creados por el grupo para la ocasión.

Luego cada grupo presenta su proyecto en una convención mundial en Boston.

En la página de iGEM del grupo Sevilla, de la Universidad de Sevilla,  pueden encontrar una forma mucho más detallada de que va todo esto, pero les comento algunas cosas como por ejemplo;

«La base de la biología sintética son los biobricks, fragmentos de ADN que codifican para una característica genética o biológica y que pueden ser combinados para formar módulos complejos.

Los biobricks constituyen, por tanto, la unidad modular básica que realiza una función simple y permiten modificar las funciones biológicas sin la necesidad de conocer a priori el funcionamiento exacto del sistema.»

Algunas de las funciones de esta biomáquinas ya se han puesto en funcionamiento, como las bacterias capaces de limpiar aguas contaminadas porque o se alimentan de los desechos tóxicos y porque los convierten en algo menos tóxico o sangre artificial o más ejemplos aún

Me relata Pedro (miembro del grupo de Sevilla) que:

«Nuestro  proyecto es bastante ambicioso, pero creemos que es asequible. Vamos a construir circuitos basados en conjuntos de distintas estirpes de bacterias, donde cada estirpe cumpla la función de una puerta lógica (los componentes básicos de un circuito electrónico, como AND, OR o XOR).

Combinando las estirpes adecuadas, y usando determinadas sustancias químicas como inputs, podemos hacer que una comunidad bacteriana sume números en binario y cualquier cosa que se nos ocurra.

No sólo eso, sino que queremos definir un estándar de programación de circuitos biológicos modularizado: una comunidad de bacterias (varias estirpes interrelacionadas)  forman un módulo físicamente independiente.

La combinación de varios módulos combinados permite realizar operaciones mucho más complejas de las que jamás se podrían conseguir en un medio continuo, ya que la modularización permite el reciclaje de estirpes y de biobits.»

A su vez me dice a través del mail que están preocupados, porque como sería de esperar la financiación hay que buscarla. Deben conseguir ellos sus fondos. Para mucho gente quizás esto sea una novedad.

La mayoría de las personas ajenas a la investigación no saben que uno es quien debe buscarse la financiación para llevar a acabo muchos proyectos, aunque sean maravillosos, pero en ocasiones o no hay subsidios del estado o de empresas y hay que salir a ver que consigue, o morir en la espera. esto en muchos casos lleva a que el investigador deba dejar por un tiempo su actividad y por ende no puede publicar, luego no le renuevan su beca o pierde un concurso.

Rueda en la que todos podemos caer y es muy peligrosa por cierto.

En el mail Pedro me cuenta y cito:

«El principal problema de presentarse al iGEM no es, como cabría esperar, la parte científica, sino el que tenemos que ser nosotros quienes financiemos todos los gastos de laboratorio, manutención y viajes.

Para ello, estamos tanteando todas las vías de financiación a nuestro alcance: nuestra Universidad contribuirá con una parte, estamos visitando a todas las empresas que encontramos de biotecnología y materiales de laboratorio para que nos patrocinen.

También vamos a usar una forma de financiación bastante novedosa, al menos en nuestro país: el crowd-funding.

Esto consiste en que un montón de personas donan pequeñas (o grandes, si pueden) cantidades de dinero para financiar un proyecto, recibiendo pequeñas recompensas como agradecimiento (por ejemplo, varias películas se han financiado así, los que aportaron dinero luego salieron en los créditos, o recibieron una copia del DVD, o fueron invitados a un pase privado, etc.)

Como recientemente ha surgido la primera web en español que hace eso, www.lanzanos.com, nos hemos animado a presentarles nuestro proyecto, el cual ya está activo y estamos recibiendo donaciones a un buen ritmo, en esta dirección: http://www.lanzanos.com/proyectos/computador-biologico

 

Como lo muestran en su página la biología sintética comienza en 2000 cuando

«Michael Elowitz y colaboradores1 en el año 2000 escribieron su famoso artículo del repressilator, un biodispositivo que funcionaba como un oscilador, generando pulsos de luz biológica a intervalos de tiempo regulares.

Esta pionera publicación constituyó el primer ejemplo ilustrativo del alcance de la biología sintética. Su grupo trataba por aquel entonces de desarrollar equivalentes biológicos de componentes electrónicos.

La imagen inferior muestra la construcción del equipo, que consiste en un sistema de represión triple usando los represores de la lactosa, del fago lambda y de la tetraciclina.

El plásmido reporter tiene sólo la función de emitir pulsos de luz que verifique en comportamiento oscilatorio del sistema.»

 

Yo no soy experta en este tema, de hecho pocas veces he leído esto en profundidad pero me parece más que interesante.

Por eso creo que mi humilde aporte puede servir a que mucha gente hago un apoyo económico para este grupo.

Como verán es una pena pero no participan grupos de Argentina.  Por eso me parece que la gente que puede aportar algo lo haga, aunque sea muy poquito.

Para colaborar ir aquí: http://www.lanzanos.com/proyectos/computador-biologico

Espero les guste

 

Saludos

Gabriela