Marina Marini de la carrera de veterinaria de la Universidad Nacional de Río Negro, Argentina.   Les dejo a continuación el trabajo y adjunto la presentación que realizaron en Power Point.  UNIVERSIDAD  NACIONAL DE RIO NEGRO – ESCUELA DE VETERINARIA – CHOELE CHOEL, Rio Negro, Argentina

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO DE LOS PERROS

 Introducción

La agresión canina es un problema conductual de las mascotas que se presenta con alta frecuencia, constituyendo un riesgo a la integridad física de las personas que están en contacto con estos animales. Aunque se sabe que la raza no es el único factor que incide en la agresividad de los canes es necesario legislar sobre la Tenencia Responsable de las mismas. Se hace necesario entonces dilucidar algunos aspectos de manejo que intervendrían en la manifestación de conductas agresivas.

Desde el punto de vista biológico, el comportamiento agresivo puede clasificarse en 2 categorías: intraespecífico (hacia miembros de una misma especie) e interespecífico (hacia individuos de otras especies), está última correspondería a la agresividad del perro hacia las personas. Sin embargo el proceso de sociabilización hace que el cachorro identifique a las personas como miembros de su propia especie, por lo que las pautas de conducta pasan a considerarse como intraespecíficas.

La agresividad, protectividad y la territoriedad son conductas naturales de los perros que les permiten regular las relaciones entre los miembros de una manada y entre éstos y los otros animales. (Nuñez, F. 2006)

Las razas caninas

Se cree que el perro doméstico es la especie de la familia de los cánidos con una evolución más reciente. Algunos estudios describen que dentro de la familia existen tres grupos filogenéticos, el perro doméstico comparte un clado con el lobo, el coyote y los chacales. Otros estudios indican que el perro se originó por completo del lobo, sin haber recibido influencias destacables de genes de chacales, coyotes u otra especie de canes.

Los perros surgieron hace unos 40.000 años; las primeras domesticaciones se produjeron en Asia. Sin embargo es probable que la mayoría de las razas domésticas que se conocen hoy sean el resultado de la selección realizada por el hombre a lo largo de los últimos dos o tres siglos. Muchas de las razas más corrientes se desarrollaron en Europa en el Siglo XIX. Revisten especial interés algunas razas actuales que aparecen representadas en la antigüedad, entre ellas el galgo y el perro del Faraón.

Lo que define a una raza, aunque la ascendencia de un can se identifica a partir de sus características físicas (como el color del pelaje, forma y tamaño del cuerpo, longitud de los miembros, forma de la cabeza entre otras), es la definición formal del concepto raza proveniente de criadores y genetistas.

Los perros de pura raza se caracterizan por un bajo grado de heterogeneidad genética, en comparación con los perros de raza mestiza o mixta. Las razas que derivan de un grupo pequeño de fundadores, que han sufrido cuellos de botella poblacionales o que han experimentado el “síndrome de popularidad del progenitor macho” (el efecto de los ejemplares que se destacan por producir un número desproporcionado de descendientes) se caracterizan por una heterogeneidad genética incluso menor.

Comportamiento animal

El comportamiento animal es el conjunto de respuestas que presentan los animales frente a los estímulos internos y externos que reciben del medio que los rodea. La agresividad tiene un origen multifactorial, influenciado por dos factores: FENOTIPO: GENÉTICA Y AMBIENTE (Mariotti, V., 2009). La influencia de estos factores hereditarios y ambientales es la base sobre la cual se forma el temperamento de un animal.

Factores Genéticos:

La investigación genética en el temperamento de los animales ha experimentado un giro en los últimos años como consecuencia del desarrollo de la biología molecular. Se sabe que la genética determina alrededor del 30% del comportamiento en los perros (Nuñez, F.  2006)

La base genética de comportamiento se ha explorado dentro de una amplia gama de genes que representan neurotransmisores y moléculas de señalización. Los sistemas de la serotonina y la dopamina de señalización son fundamentales para diferentes fenotipos de comportamiento. Los neurotransmisores del sistema nervioso central (SNC), indiscutiblemente, son importantes para la modulación de la conducta visto tanto en el hombre como en los animales. El polimorfismo en los genes de las enzimas que regulan el transporte y  los receptores de los neurotransmisores del SNC se ha relacionado con alteraciones del comportamiento, y los polimorfismos de un solo nucleótido representan el tipo más frecuente de la variación genética. Los sistemas de señalización de serotonina y dopamina tienen una influencia central en diferentes fenotipos de comportamiento, tanto de invertebrados y vertebrados. (Våge, 2008)

Factores fenotípicos:

El fenotipo es el que expresa al individuo como producto de la interacción de su genotipo con el ambiente donde se desarrolló. Dentro de las características fenotípicas podemos mencionar el tamaño corporal, color y longitud del pelaje, tamaño de la cabeza, longitud de los miembros, y sexo entre otras.

Factores ambientales:

Estos factores junto a los genéticos interactúan y determinan el fenotipo de los individuos.

Price (1984) definió la domesticación como un proceso por el cual una población de animales se adapta al hombre y al ambiente mediante una combinación de cambios genéticos, que suceden a lo largo de generaciones, y acontecimientos evolutivos inducidos por el ambiente, que se repiten en cada generación.

Los factores ambientales en los perros determinan el 70 % del comportamiento de animal, por ende la heredabilidad es de 0,3. Dentro de éstos factores podemos mencionar la edad al destete, lugar donde habita, tipo de alimentación e ingesta de agua, si está sólo o con otros animales, relación con la familia, actividad física, adiestramiento, trato recibido, manejo, adiestramiento entre muchos más.

A continuación se analizará el artículo de F. Nuñez, “Factores de manejo que influyen en la presentación de conductas agresivas en perros”,  realizado en el 2006 por la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, de la Universidad de Chile, que tiene por finalidad aportar antecedentes sobre factores de manejo que influirían en la presentación de conductas agresivas en los perros a fin de disponer de elementos de juicio que ayuden a la formulación de normas que regulen la tenencia responsable de las mascotas.

Las conductas de agresividad presentadas por los cánidos, y en especial por ciertas razas de perros, se deberían en parte a diferentes factores a los cuales estos animales están expuestos durante su desarrollo. Dentro de éstos se encuentran los manejos que establecen los propietarios hacia estas mascotas, los cuales con frecuencia son inadecuados, creando o reforzando comportamientos agresivos  y que potencian conductas propias de algunas razas.

“Factores de Manejo que influyen en la presentación de conductas agresivas en perros”

NUÑEZ.F., CORNEJO. J., MORALES. M.

FACULTAD DE CIENCIASVETERINARIAS Y PECUARIAS, UNIVERSIDAD DE CHILE, CASILLA 2, CORREO 15, SANTIAGO CHILE.

Avances en Ciencias Veterinarias 21, pp 14-21, 2006

La agresividad de los perros en el entorno doméstico se puede convertir en un problema que dificulta la convivencia del animal con las personas. Por lo tanto al ser la agresión un comportamiento normal en los cánidos, es parte del repertorio de conductas que manejan para interactuar con otros animales o con los seres humanos.

Material y Métodos

La información requerida se obtuvo a partir de encuestas de opinión aplicadas a personas que más directamente se vinculan con los sujetos en estudio: propietarios, criadores y entrenadores de perros, en particular de las razas Rottweiler, Pitt Bull, Akita Inu, Dogo Argentino, Bull Mastif, Mastín Napolitano, San Bernardo, Gran Danés, Ovejero Alemán, razas que más frecuentemente son incriminadas como “peligrosas”.

Para acceder a dueños de estas razas, y aplicarle el cuestionario, se utilizó el registro de pacientes del Hospital Veterinario de la Universidad de Chile.

De este registro con un universo de 674 ejemplares de las razas seleccionadas, se obtuvo una muestra (n) de 180 individuos. Además se incluyó un grupo de perros mestizos, incorporando a la muestra un total de 18 perros mestizos.

El cuestionario aplicado a los propietarios, tuvo por finalidad, esclarecer las condiciones de manejo a que éstos  someten a sus mascotas y las respuestas conductuales obtenidas de parte de éstas.

A su vez, se seleccionó 10 criaderos de las razas mencionadas y se les requirió información sobre: condiciones de crianza de cachorros, criterios de selección de reproductores, personalidad del comprador y su afinidad con la raza.

En cuanto a los adiestradores caninos, se entrevisto a diez de ellos sobre frecuencia de razas adiestradas, tipo  y metodología aplicada en el entrenamiento. La información obtenida permitió relacionar los distintos comportamientos de las mascotas, con la presencia o ausencia de factores determinantes en la presentación  de conductas agresivas.

Para evaluar las conductas de agresividad presentadas por las mascotas incorporadas en este estudio, se definieron cuatro categorías:

1-AGRESIVIDAD LEVE: gruñe, muestra los dientes, o ladra a las personas frecuentemente

2-AGRESIVIDAD INTERMEDIA: ha intentado atacar a alguien en una o varias ocasiones.

3-AGRESIVIDAD GRAVE: ha atacado a alguien produciéndole lesiones de algún grado.

4-SIN CONDUCTAS DE AGRESIVIDAD: no ha presentado ninguna de las conductas mencionadas.

Los resultados de esta encuesta fueron analizados en forma descriptiva, presentándose como frecuencias absolutas y relativas. Para determinar el grado de asociación entre las variables a estudiar, se realizó la prueba de hipótesis independiente de chí cuadrado.

Resultados

ENCUESTA A PROPIETARIOS

En relación a la presentación de conductas agresivas por parte de los perros de los propietarios encuestados, cabe mencionar que un 53.8 % ha presentado conductas agresivas al menos una vez. Se encontró diferencias significativas en la presentación de agresividad por razas (Tabla 1).

Al analizar esta relación, se puede señalar a las razas Akita Inu y Doberman como las más incriminadas, ya que todos sus ejemplares mostraron conductas agresivas. Luego aparece el Rottweiler con 61,9% de individuos que han mostrado conductas agresivas, seguida por el Pit Bull (50%), Ovejero Alemán (47,7%), Mestizo (44,4%), Gran Danés (42,9%), Dogo Argentino, Bull Mastiff, Mastín Napolitano (33,3%) y finalmente la raza San Bernardo con un 20% de ejemplares con conductas agresivas.

Respecto al nivel de gravedad con que se presentaron estas conductas la raza Akita Inu exhibe un 40% de individuos con agresividad grave, seguida por el Pitt Bull con el 2,2% y el Ovejero Alemán con el 1,1%, el resto sin presentaciones en esta categoría.

Con respecto a la agresividad intermedia las razas involucradas son Doberman con un 33%, Pitt Bull 11,1%, Ovejero Alemán 10,2% y Rottweiler 2,4%. Las razas Mestizo, Gran Danés, San Bernardo, Dogo Argentino, Bull Mastiff y Mastín Napolitano, sólo presentaron individuos en la categoría de agresividad leve.

Tabla 1

Tabla 1

Al analizar este aspecto conductual, se observa que las razas que han sido seleccionadas a favor de algunos comportamientos específicos, tienen un mayor riesgo de desarrollar variaciones indeseadas de estas conductas. Existen razas que presentan una mayor tendencia a presentar episodios de agresividad, ya que estos rasgos serían potenciados por la selección.

Edad del perro

La relación entre las variables “edad que tenía la mascota canina cuando fue adquirida” y “conductas de agresividad presentadas” resultó ser estadísticamente significativa. Los perros fueron adquiridos dentro del rango de edad 2-3 meses presentaron un 48,8% de conductas agresivas, en distintos niveles de gravedad, mientras que los adquiridos entre los 3-4 meses  han demostrado conductas agresivas en un 71,2%.

Sexo del perro

Los perros se distribuyeron en 77 hembras (39,5%) y 118 machos (60,5%). Entre las variables sexo y presentación de conductas agresivas, existe una asociación significativa, siendo menor la proporción de casos de comportamientos agresivos en las hembras que en los machos. En caso de las primeras, un 64,9% no ha presentado conductas agresivas, en tanto que en los machos, un 34,7% no ha presentado comportamiento de esta naturaleza, esto se ajusta a lo observado por Gershman y col (1994), quién concluyó que los machos presentan mayor predisposición a conductas agresivas que las hembras. (Tabla 2).

Tabla 2

Tabla 2

Adquisición y asesoría en la elección de la mascota

Un 48,7% de los propietarios encuestados, aseguro haber recibido asesoría para elegir la mascota adecuada. Se observo relación estadísticamente significativa entre la asesoría para elegir una mascota y la posición jerárquica que ocupa la mascota en el hogar, demostrándose que los perros cuyos propietarios se hicieron asesorar, presentan una jerarquización adecuada.

Del total de casos clasificados  como sin agresividad, el 72,9% corresponde a perros de propietarios que recibieron asesoría por parte de médicos veterinarios antes de adquirir una  esa raza, mientras que el 27,1 restante recibió asesoría de parte de criadores de perros u otras fuentes.

Relación de la mascota con el grupo familiar

Un 77,4 % de los encuestados la define como cercana, formando parte de la familia y que la mascota comparte con niños y/o adultos en forma permanente.

En relación a los métodos que se utilizan para establecer la dominancia sobre la mascota, la mayoría de los propietarios encuestados prefiere usar el regaño como método de castigo, sin embargo las opciones castigo físico y psicológico presentan porcentajes relevantes. U

no de los métodos más utilizados para establecer dominancia, es el envío de la mascota a una escuela de entrenamiento canino.

ENCUESTA A CRIADORES

En cuanto a  los diez criadores de perros incluidos en el estudio, el 90% de ellos cuenta con asesoría veterinaria. El destete se produce entre los 30 y 60 días de vida y el 70% de los cachorros se venden a los 60 días.

La selección de los reproductores se basa en las características físicas, de pedigrí y temperamento del animal. Los rasgos de carácter más deseados son sociabilidad y docilidad, también menciona agresividad moderada y protectividad.

El 100% de los criaderos efectúa entrevista con los compradores y si el interesado no es adecuado para tener un perro de determinada raza, en el 40 % de los casos no vende y sugiere otra raza, 20% espera un tiempo y después vende y un 40% vende el perro, entregando recomendaciones necesarias.

ENCUESTA A LOS ADIESTRADORES

De acuerdo a los resultados obtenidos a través de la encuesta, se pueden considerar al adiestramiento como un factor que influye en la presentación de conductas agresivas en las mascotas caninas, pero que dependiendo del tipo de adiestramiento que sea realizado, estas conductas pueden aumentar o disminuir. Por lo tanto es importante que se realice un entrenamiento que busque moderar el carácter propio de las razas en estudio, que se utilicen métodos de reforzamiento positivos y sobre todo que no se use el castigo físico, ni que se pretenda realzar la agresividad del individuo. No se debe olvidar que la agresividad, la protectividad y la territorialidad son conductas naturales de los perros, por lo que realzar y reforzar estas características implica aumentar el riesgo de que estas conductas se manifiesten.

Los resultados obtenidos revelan que las razas más llevadas a entrenamiento son Ovejero Alemán, Rottweiler, Doberman y Akita Inu (Tabla 4). Esto coincide con los resultados presentados en la Tabla 1 sobre las diferencias en la  frecuencia de presentación de conductas agresivas y en la gravedad de éstas, entre las diferentes razas de perros involucrados  en el estudio.

Tabla 3

Tabla 3

Un 44,8% de los perros involucrados fue enviado por sus propietarios a una escuela de adiestramiento. Dentro las razones se encuentran el manejo de conductas agresivas, aprender modales y hábitos, deporte, diversión, paseo, defensa y guardia, obediencia, sociabilidad y servicio.

De los adiestradores un 50% utiliza la sumisión física para establecer dominancia, el 90% realiza entrenamientos que incrementan la protectividad y/o agresividad.

En la Tabla 3 se puede apreciar la relación existente entre el adiestramiento canino y la presentación de conductas de agresividad. De los canes que fueron enviado a adiestramiento un 45,3% no ha mostrado comportamientos agresivos y el 54,7% restante ha presentado conductas de agresividad en diferentes niveles de gravedad.

En el caso de los perros que no han asistido a entrenamiento de ningún tipo un 44,4% no ha presentado conductas agresivas, mientras que el 55,6% si ha mostrado ese tipo de conductas en alguna ocasión. Sin embrago  el porcentaje de los han presentado comportamientos agresivos de mayor gravedad, es levemente mayor en los que sí ha asistido a adiestramiento.

En este caso la relación observada entre las variables resultó significativa.

Tabla 4

Tabla 4

Conclusión del Estudio

Respecto con la información revisada y con los resultados obtenidos en este estudio, podemos afirmar que los factores que influyen en la presentación de conductas  agresivas por parte de las mascotas caninas  son muchos, pero se han podido identificar parte de ellos y determinar su importancia.

Podemos afirmar que fuera de los factores propios de animal como raza o línea genética, son los factores de manejo realizados por los propietarios (jerarquización, socialización, método de castigo o enseñanza utilizados) y adiestramiento de la mascota, los que más influyen en la génesis de esos comportamientos.

También  hay otros factores ambientales que rodean al perro, tales como el espacio físico disponible, composición del grupo familiar, relación con las personas que lo rodean, entre otros, también influyen en que se originen estos comportamientos.

Conclusión Final

Son muchos los factores que influyen en la presentación de conductas agresivas. No debemos olvidar que la agresividad es una conducta natural en los perros.

Un 30% en la determinación de este comportamiento corresponde a características como la raza o línea genética. El otro 70 % corresponde a factores ambientales como los que rodean al animal y los de manejo, entrenamiento y alimentación. (Nuñez, F. 2006)

Es importante no categorizar a las razas aquí estudiadas como razas “peligrosas”, ya que no los son. Debemos considerar que un perro, cualquiera fuese su raza o no, puede presentar este tipo de comportamiento y se ve muy influenciado por el hombre.

Los perros pueden adquirir formas de agresión severas, y a medida que sus ataques sean exitosos u obtienen recompensas por sus actos se reforzará más su conducta. Así, la falta de conocimiento acerca del comportamiento canino conlleva a sanciones y castigos físicos innecesarios favoreciendo reacciones agresivas.

La enseñanza de los perros desde cachorros no debe involucrar ningún tipo de castigo físico o con dolor. De esta manera podremos tener en casa una mascota equilibrada en su comportamiento.

Bibliografía

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